Además de tu presupuesto de trabajo principal lo que esperas generar o recaudar de
manera realista y cómo se gastará también puedes tener opciones presupuestarias que
tengan en cuenta posibles condicionantes. Estos presupuestos con condicionantes te permiten
estar preparado para lo inesperado, ya sea bueno o malo. Entre este tipo de presupuestos se
podrían incluir:
*1. Un presupuesto de supervivencia: el mínimo necesario para que la organización o
proyecto sobreviva y tenga un funcionamiento útil.
*2. Un presupuesto garantizado: se basa en los ingresos garantizados en el momento en
el que se planifica el presupuesto. Con frecuencia las «garantías» se encuentran a
modo de promesas por parte de los donantes. Sin embargo, las situaciones
inesperadas, como las donaciones que llegan demasiado tarde, pueden obligar a que
retomes tu presupuesto de supervivencia.
*3. Un presupuesto óptimo: cubre lo que te gustaría hacer en caso de que recaudaras
dinero extra. Una vez que este dinero extra se recibe o promete, pasa a formar parte de
tu presupuesto de trabajo.
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